Con el buen tiempo, salimos más a pasear y a jugar con nuestro peludo por el campo/montaña.
Pero no somos conscientes del peligro que representan las zonas con ESPIGAS.
Las ESPIGAS son puntiagudas y pegadizas, cosa que facilita que se enreden en el pelo.
Y sin que nos percatemos, que se claven en su piel, patas, o le entren en nariz, orejas o boca.
Te damos 2 sencillos consejos, que te evitarán una visita urgente al veterinario.
- Evitar pasear en zonas de ESPIGAS.
- Después de cada paseo, revisar bien: oídos, ojos, boca, nariz y patas del peludo.
Si notas que tu peludo:
- Sacude mucho la cabeza o la ladea.
- Se rasca las orejas o labios
- Se lame las patas
- Su nariz moquea mucho y/o estornuda
¡Llámanos! Puede tener una espiga clavada.
¡Nos preocupamos por el bienestar de las mascotas!